Animación: Juliana Donnocenti
Guillermina es una joven del noroeste argentino que no puede llorar y quiere ser libre. En el velorio de su marido decide abandonar la sala. Sube la montaña siguiendo un cóndor que vuela en lo alto. Comienza a recordar su triste juventud con su marido borracho y también el día que conoció a la única persona que la supo entender. La memoria y el presente se fusionan en una pequeña casa abandonada. Cuando la soledad es muy grande los espíritus a veces son la única compañía.