A mediados de septiembre, los lucenses tenemos desde hace casi cuatro décadas una cita con el Cine con mayúsculas; con ese cine identificado como “de autor”, que nos hace pensar, que nos hace conocer y descubrir nuevos horizontes vitales, y sobre todo que nos hace entrar en nuevas dimensiones cinematográficas por adentrarnos en un sinnúmero de experiencias y mensajes que hacen cada vez más nueva la más nueva de las reconocidas como bellas artes ya tradicionales.
Si miramos hacia atrás, sentimos el vértigo de la distancia, de la profundidad del tiempo recorrido en un ansia que nos marcó desde los tiempos más tempranos a los involucrados en esta aventura. Si miramos hacia delante, tenemos la incerteza, lo desconocido. No en el aspecto creativo o cinematográfico sino en las dificultades que siempre tuvimos para afrontar la aventura, acrecentadas por esa historia interminable (mejor si fuera la cinematográfica) que por desconocida e imprecisa, empezamos a llamar "crisis".
En el año diecisiete del siglo veintiuno, hacemos –aunque las condiciones del trabajo de cosechar no sean las más propicias- cosecha abundante de títulos que poder ofrecer, y drástica elección porque los límites los establecen el tiempo y la economía, de modo que ofrecemos a los lucenses un abanico de posibilidades cinematográficas que creemos van a acaparar su atención, y hacerlos soñar… y pensar, que entendemos forma parte de nuestras obligaciones como organizadores y de las necesidades de los espectadores.
Bienvenidos al cine grande, al cine que mejor nos inspira, al cine que los lucenses esperan. Vivamos el cine, y que siempre el cine viva!.
Xulio Xiz,
Presidente de Fonmiñá.