Un pueblito perdido en un desierto de polvo, en la selva de Burkina Faso. Cerca del pueblo pasa el tren, dos veces por semana. Las botellas de agua y la comida que echen los pasajeros pasando por el pueblo, representa el principal ingreso del pueblo, pero también el único recurso en agua durante la temporada seca. Los retratos se multiplican; los mas ancianos han conocido la esclavitud al servicio de Francia, los mas jóvenes sueñan con horizontes lejanos.