Conseguió el premio de la sección Enfants Terribles del Festival de Cine de Gijón 2009.
En el pueblo de Timpelbach, los niños no hacen más que travesuras y se resisten a cualquier clase de autoridad. Al borde de un ataque de nevios, los padres deciden marcharse del pueblo, pensando que va a ser solamente durante un día. ¡Un pueblo sin padres! No es una mala noticia para todo el mundo. Dos bandas de niños solos se enfrentan entonces por el control del lugar.
Nicolás Bary, guionista y director de Los niños de Timpelbach, descubrió el libro con 9 años y la historia nunca le abandona. Fan de películas de género y animación, hace primero un cortometraje basado en Los niños de Timpelbach llamado Before. Después conseguirá que un productor le ayude a conseguir su sueño: comprar los derechos del libro para llevarlo a la gran pantalla. Aunque Nicolás dice: “No creo en las adaptaciones literales porque un buen libro sobrepasará siempre a una buena película” también sabía que podía dar a la película un ambiente de universo de cuento de hadas pero anclado en la realidad. Al estar tan involucrado en el proyecto, Nicolás participó activamente en el casting para escoger a los jóvenes protagonistas que llevan el peso de la película y el resultado es que son “tal como los había imaginado”. Para los decorados Nicolás “tenía en mente unos universos muy estilizados como los de Tim Burton o Guillermo del Toro, unos decorados que pudieran integrarse en una atmósfera de dibujos animados”. Tardaron en encontrar el pueblo perfecto para rodar la película, pero cuando lo descubrieron se hizo posible que más de dos tercios se rodaran en exteriores. La plástica, la fotografía y la magia que envuelven esta película, cuidada hasta el más mínimo detalle, sobresalen de la pantalla.