Se presentó en el Festival de Cine de Venecia.
Todos conocemos la historia en la que una princesa encuentra el amor verdadero al besar a un sapo, que se transforma por arte de magia en su apuesto príncipe. En esta historia, la chica besa al sapo, pero el resultado es algo diferente. Es una de las muchas sorpresas que encierra este relato, una mezcla de humor excéntrico, emoción, melodías y sentimientos. Al final, el amor sale ganando entre un príncipe y una princesa, entre dos sapos, o quizás entre una luciérnaga y el objeto de su amor. Pero lo que está claro es que las cosas más importantes son las que no se ven.
Los realizadores son Ron Clements (Sioux City, Iowa, 1953) y John Musker (Chicago, Illinois, 1953), codirectores de Basil el ratón superdetective (1986), La Sirenita (1989), Aladdin (1992), Hércules (1997) y El planeta del tesoro (2002).
Es el largometraje de animación número 49 de Disney, una tradición que se inició hace casi 75 años con el estreno de Blancanieves y los siete enanitos, y marca el regreso de los Estudios Walt Disney Animation a la animación hecha a mano, al clásico cuento de hadas y también al musical.