Cuando el viejo fabricante de jueguetes Gepeto hace un muñeco con un trozo de madera, éste cobra vida sorprendentemente. Le pone el nombre de Pinocho y comienza a educarlo de la mejor manera. Pero el niño de madera es caprichoso y está lleno de descabelladas ideas, y sus travesuras causan serios problemas en el pueblo. Al enfadarse Gepeto con él, Pinocho se escapa de casa, e inicia una serie de disparatadas aventuras en las que conoce a un titiritero que casi le arroja al fuego, es engañado por dos ladronzuelos, el zorro y el gato, y acaba siendo convertido en burro y vendido a un circo. Gepeto, que había salido en su búsqueda, es tragado por una ballena, pero el cambio de actitud de Pinocho, que se da cuenta de que ha de ser bueno, permite que puedan encontrarse y que él acabe convirtiéndose en un niño de carne y hueso.